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¡No te estreses! Un rayón en tu auto no es razón para frustrarse. De hecho, se puede volver un problema menor si conoces algunas técnicas que dejarán tu coche como antes, incluso, luego de uno que otro accidente que puedas llegar a tener.
Los rayones vienen de distintos tamaños y formas: a veces aparecen sin que te des cuenta. Quizá notes en algún momento que tu auto parece estar sucio o descuidado, esto puede deberse a rayones que has dejado pasar durante un tiempo.
¡Pero tranquilo! Una capa de pintura, pasta para pulir y hasta pasta dental te ayudarán a sacar esa serie de imperfecciones, y te ahorrarán grandes costos. ¡Atento a las siguientes recomendaciones!
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La pintura del auto
Es importante mencionar las cuatro capas que conforman la pintura de cualquier auto:
- Capa transparente: es la más superficial y la que le da brillo a la pintura. Se aplica sobre la capa de color para cubrir su intensidad, por lo cual debe ser la última en añadirse.
- Color: es la pintura base que da su tonalidad al vehículo. Esta puede aplicarse en dos (bicapa) o tres capas (tricapa). En caso de ser bicapa, se trata de una combinación de pigmentos perlados y convencionales, mientras que las tricapas comprenden el uso de dos bases bicapa y una de barniz.
- Primer: esta se aplica para construir áreas para pintar y nivelar superficies rugosas en la carrocería, en aras de proporcionar una superficie lisa para el proceso. Amalgama la pintura con el metal de la carrocería a la vez que la protege.
- Metal: la capa más interna del vehículo, la cual puede integrar acero, aluminio y plástico; sobre esta se realiza el proceso de pintura. Algunos fabricantes aportan capas de revestimiento anticorrosivo a esta capa para evitar el óxido.
Existen dos tipos de rayones los superficiales y los profundos, y dependen de qué capas de la pintura del auto se ven comprometidas. Un raspón puede, simplemente, afectar la capa transparente de la pintura, así como también puede maltratar todas las capas, requiriendo un tratamiento más elaborado para restaurar la pintura.
Pasos para quitar los rayones superficiales de tu auto
Una vez que identifiques de qué tipo son los rayones de tu carro, podrás pasar a la acción. Si se trata de rayones leves, este paso a paso te será muy útil:
- Limpia la superficie de la parte dañada y remueve cualquier residuo. Es recomendable, ya que quizás haya restos de la pintura que fue removida por el golpe. Puedes usar agua u otro producto que quite manchas y mugre.
- Busca cinta adhesiva y cubre las áreas cercanas al rayón para evitar que el proceso pueda comprometer secciones que no necesitan restauración. Algunos productos pueden convertirse en mugre si entran por las ranuras del auto.
- Aplica un poco de pulidor en una tela de microfibra. Nunca apliques solvente, pues podrías dañar aún más la pintura.
- Empieza a pulir el área enmarcada con el paño de microfibra. Para ello, emplea movimientos circulares con tu mano.
- Limpia el área. ¡Simple! Enjuaga con abundante agua el área que puliste.
Aunque no lo creas, la pasta de dientes también puede ayudarte en el proceso. Sencillamente, aplica el mismo paso a paso, pero sustituye el pulidor por un poco de pasta dental, aplícala en toda el área dañada y frota suavemente de forma circular, luego simplemente limpia la zona y repite el proceso si ves que no salen los rayones.
Pasos para quitar los rayones profundos de tu auto
Si los rayones del auto son más profundos, el proceso es diferente y un poco más largo, pero tampoco es nada del otro mundo. Estos pasos te ayudarán a sacarle brillo a esas capas profundas de la pintura que fueron maltratadas:
- Compra pintura. Asegúrate de que sea del mismo color de tu carro. Lo más recomendable es revisar la placa de información que la mayoría de vehículos suelen tener en la puerta del conductor para saber cuál es el código de color de tu auto y adquirir la misma pintura.
- Lava y seca tu auto. No querrás que el polvo y los restos de pintura produzcan nuevos rayones mientras intentas reparar los ya existentes.
- Agarra una lija y frótala sobre la primera capa de pintura. Humedécela y empieza a lijar suavemente en una sola dirección. Si aún se ven los rayones, emplea una lija más gruesa y luego vuelve a pasar la más delgada, luego enjuaga y seca el área con un paño de microfibra.
- Consigue cinta adhesiva y cubre las áreas cercanas al rayón. Con esto evitarás dañar otras áreas y que cualquier líquido entre por las ranuras del auto.
- Mezcla la pintura con un poco de primer y aplícala sobre la superficie afectada. Puedes usar una botella de retoque para ello, cubriendo desde las orillas hasta el interior del rayón. Luego, espera a que se seque.
- Deja la pintura secar por varios días. Aún no has terminado, pero debes esperar a que la pintura se asiente.
- Hazle un encerado a tu auto y aplica pulidor. Con esto, la pintura se mezclará perfectamente con cada capa y dará brillo a tu carro.
5 consejos para reparar los rayones de tu auto
Ya hablamos de los métodos que mejores garantías ofrecen para reparar las imperfecciones de tu auto. Sin embargo, también deberías tener presentes estos consejos que pueden ayudarte en el proceso:
- Siempre que apliques una capa de pintura, espera que seque antes de aplicar otra.
- No es necesario que tomes riesgos. Si no confías en tu habilidad, siempre puedes llevar tu auto a un profesional capacitado para repararlo.
- Antes de empezar la reparación, es importante que te cerciores de que no haya otros rayones que estés pasando por alto.
- Mantén la pintura y cualquier químico que uses fuera del alcance de niños y mascotas, ya que son dañinos.
- Si quieres reparar rayones profundos, pero pequeños, puedes utilizar un lápiz removedor. Estos se consiguen en talleres especializados y normalmente vienen con sus respectivos tarros de pintura y laca, listos para ser usados.
Ya sabes cómo darle un nuevo aire al aspecto de tu auto y, quién sabe, ¡quizá logres recuperar su vieja gloria!
Además de estos consejos, ¡visita el blog de Crabi! Pues allí encontrarás más guías como esta, en las que puedes aprender a reparar las llantas o el radiador de tu vehículo de una manera práctica.
Bibliografía
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